Hoy vengo a hablaros de los Biscotti (también llamados cantuccini), que son unas pastas muy crujientes típicas de la Toscana y preparadas con almendras, harina, huevo y azúcar.
El nombre de “biscotti” significa “cocido dos veces” y se debe al proceso de elaboración de estas galletas, ya que primero se hornea la masa como si se tratase de una barra de pan y luego se corta en rebanadas de aproximadamente 1 cm (cuando todavía está caliente) que se vuelven a hornear hasta que quedan bien tostadas y crujientes.
En Italia suelen tomarlos como postre mojados en vino dulce (vin santo), aunque yo prefiero hacerlo en un vasito de leche 🙂 ¡De cualquier forma están deliciosos!
Algunas indicaciones sobre los ingredientes:
- Estos biscotti son sin gluten, la harina que he utilizado es el Mix-B de Schär (después de probar distintos mixes, es el que mejores resultados me ha dado en la preparación de galletas).
- Para dar más consistencia a la masa podéis añadir ¼ de cucharadita de goma xantana. Se trata de unos polvitos que se utilizan para que las preparaciones sin gluten no se desmigajen ni se rompan con tanta facilidad.
- Las receta normalmente pide almendras enteras, con o sin piel y ligeramente tostadas. Yo he utilizado estas de Mercadona y el resultado es excelente.
Biscotti de almendra. Sin gluten, sin lácteos, bajos en fructosa.
Ingredientes
- 150 g de harina sin gluten (Mix B de Schär)
- 100 g de almendras con piel (ligeramente tostadas)
- 100 g de azúcar
- 1 huevo
- 1 yema de huevo para pintar
- 1 cucharadita de levadura química sin gluten (Hacendado)
- 1/4 cucharadita de goma xantana (opcional)
- una pizca de sal
Elaboración paso a paso
- Precalienta el horno a 180ºC con calor arriba y abajo y saca la bandeja del horno.
- En un bol pequeño, mezcla la harina con la levadura, la goma xantana y la sal. Reserva para más tarde.
- En otro bol, bate el huevo con el azúcar y la dextrosa hasta que esté bien integrado.
- Añade ahora los ingredientes del primer bol (harina, levadura, sal...) y remueve bien con una cuchara de madera hasta que se forme una masa homogénea.
- Ahora, con las manos, termina de integrar la masa hasta que quede compacta y sin ningún grumo. Al principio estará un poco pegajosa pero poco a poco se irá volviendo más manejable.
- Añade las almendras y sigue amasando con las manos. Al principio es complicado y se romperán las almendras, se separarán de la piel... pero no pasa nada, sigue amasando hasta que consigas una bola con todas las almendras dentro.
- Divide la masa en dos y forma dos cilindros de, aproximadamente, 2 cm de alto y unos 4 o 5cm de ancho. Píntalos con la yema de huevo.
- Pon los cilindros en la bandeja del horno sobre un papel de horno y hornea durante unos 25 minutos.
- Saca los cilindros, déjalos un par de minutos para que no quemen y entonces córtalos en rodajas diagonales. Hay que cortarlos en caliente ya que si dejamos que se enfríen será imposible cortar sin romperlos. El truco para que las almendras no rompan los rosegones al cortarlos es utilizar un cuchillo que NO sea de sierra y hacerlo con un golpe seco, de lo contrario las almendras arrancarán la masa de dentro al cortar.
- Una vez cortados, volvemos a hornear durante 5 o 6 minutos por cada lado.
- ¡Listo! ahora solo queda esperar a que se enfríen completamente para comerlos.
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