¿Os cuento algunos trucos?
- El aceite de coco tiene que estar a temperatura ambiente, con una textura similar a la de la mantequilla reblandecida, para que así pueda batirse fácilmente con los azúcares. Para eso será suficiente con sacarlo unos 20 minutos antes de la nevera.
- Al incorporar los ingredientes secos (harina, sal, bicarbonato…), lo mejor es utilizar una cuchara de madera para mezclarlo todo ya que la masa será demasiado consistente para batirlo con unas varillas.
- La consistencia final que debe quedar es de una masa que no pierde su forma pero que se puede modelar fácilmente, parecida a la plastilina.
- Saca las galletas del horno en cuanto se doren los bordes (normalmente tardan 10-12 minutos) ya que aunque parezca que no están hechas por el centro, el calor que guardan dentro hará que se terminen de cocer fuera del horno y luego durante el enfriado se endurecerán. Si las dejamos demasiado tiempo horneando, quedarán muy duras.
- Si no quieres hacer todas las galletas el mismo día, puedes congelar las bolas de masa cruda y, el día que te apetezca comer cookies, solo tendrás que meterlas en el horno y dejarlas un par de minutos más de los que indica la receta. ¡Así siempre tendrás galletas recién horneadas!
Galletas de sésamo y pepitas de chocolate. Sin gluten, sin lácteos
Ingredientes
- 45 g de harina de arroz
- 1 cucharadita de bicarbonato sódico
- una pizca de sal
- 100 g de aceite de coco a temperatura ambiente
- 120 g de azúcar de caña
- 1 huevo
- 30 g de sésamo tostado
- 20 g de Pepitas de chocolate negro sin lactosa
Elaboración paso a paso
- En un bol pequeño, mezcla la harina con el bicarbonato sódico y la sal. Resérvalo para más adelante.
- Con ayuda de unas varillas eléctricas, bate el aceite de coco (debe estar a temperatura ambiente, con una textura similar a la de la mantequilla) junto al azúcar de caña hasta obtener una mezcla cremosa. Aproximadamente unos 3 o 4 minutos.
- Añade el huevo a la mezcla anterior y sigue batiendo hasta incorporarlos.
- Incorpora el contenido del primer bol (ingredientes secos) a este último y mezcla bien con ayuda de una cuchara de madera hasta obtener una masa homogénea (es mejor con una cuchara porque la masa es demasiado consistente para las varillas).
- Añade las pepitas de chocolate y el sésamo y remueve. La masa estará lista cuando sea consistente y tenga una textura parecida a la plastilina.
- Con ayuda de dos cucharillas, ve haciendo bolitas de masa y aplástalas ligeramente con la mano. Coloca unas 4 o 5 pepitas de chocolate adicionales en cada bola (o un puñadito de semillas de sésamo) para que al hornearse queden más bonitas.
- Deja estas bolitas en una bandeja encima de papel de horno y refrigéralas durante unos 30 minutos, hasta que estén frías y se hayan endurecido.
- Precalienta el horno a 180ºC con calor arriba y abajo y saca la bandeja.
- Pasados los 30 minutos de reposo de las galletas en la nevera, colócalas en la bandeja del horno, siempre sobre un papel de cocina para que no se peguen, dejando una buena separación entre ellas ya que crecerán en el horno.
- Hornea durante 10-12 minutos aproximadamente. Cuando los bordes estén dorados estarán listas, aunque no lo parezca. Al sacar las galletas del horno, estas seguirán cociéndose con el calor que queda en su interior y luego se enfriarán quedando perfectamente hechas y endurecidas.
- Déjalas unos 2 minutos fuera del horno sobre la misma bandeja caliente y luego llévalas a una rejilla para que terminen de enfriarse por completo.
- ¡Listo! Ahora a disfrutar de unas cookies deliciosas.
Que buena pinta. Me alegro mucho de encontrar esta clase de pasteles adaptados para todas las necesidades. Muchas gracias por la receta.
¡Qué bien que te gusten! Si las preparas ya verás que ricas están, y muchas gracias a ti por pasarte por aquí! 🙂