La receta de hoy es súper sencilla, un básico que no debe faltar en la nevera si os gusta la mermelada pero no queréis tomar diariamente todo el azúcar que tiene la mermelada normal.
No tiene gluten, ni lactosa, ni huevo y es vegana.
El truco para que quede perfecta es utilizar semillas de chía, ya que estas absorben el líquido y hacen que la mezcla sea semisólida, justo como una mermelada convencional. El sabor es buenísimo y puede adaptarse a quien le guste más o menos dulce (además, si en lugar de añadir azúcar queréis utilizar algún edulcorante el resultado será el mismo).
Podéis utilizar arándanos congelados o frescos, yo los compro siempre en Mercadona y los tengo en el congelador para utilizarlos en casi todas las recetas.
¡Probadla, veréis que buenísima está!
Mermelada de arándanos y chía. Sin gluten, sin lactosa, sin huevo, vegana
Ingredientes
- 150 gramos de arándanos congelados
- 1 cucharada de zumo de limón
- 1 cucharada de azúcar blanco o moreno (opcional)
- 2 cucharadas de semillas de chía
Elaboración paso a paso
- Poner los arándanos en un cazo con la cucharada de zumo de limón y cocinar unos 5-10 minutos a fuego medio hasta que los arándanos estén blanditos y suelten líquido
- Tritura bien hasta que no queden arándanos (no pasa nada si quedan algunos trocitos sin triturar)
- Prueba la mezcla. Si está muy ácida añade una cucharada de azúcar ¡pero si te gusta así no es necesaria!
- Añade las 2 cucharadas de semillas de chía. Mezcla todo bien
- Vierte la mermelada en un bote, cierra bien y déjalo reposar en el frigorífico al menos durante un par de horas para que la chía absorba el líquido y se solidifique un poco.
Deja una respuesta