1. En un procesador de alimentos o un robot estilo Thermomix tritura las avellanas durante unos segundos, hasta que tengan una textura como de arena (bastante picadas pero sin llegar a ser una crema)
Añade los dátiles y la sal y sigue triturando un poco más
Pasa la mezcla a un bol y añade la avena sin gluten y la quinoa hinchada y remuévelo todo bien con las manos hasta que esté mezclado.
Ahora es el momento de hacer las bolitas, del tamaño (más o menos) de una nuez. La mezcla no es muy pegajosa así que son un poco delicadas y hay que apretar las bolas un poquito para que se compacten ¡pero es muy sencillo!
Coloca las bolas sobre una bandeja o un plato cubierto con papel vegetal y llévalas a la nevera durante, como mínimo, una hora. Una vez que estén bien frías y compactas ya puedes guardarlas en una bolsita o un tupper para ir picando cuando quieras.